jueves, 19 de noviembre de 2009

Después del incendio

Tengo que recoger mis escombros
darles la forma humana que tenían
y seguir adelante

Que no haya brasas en los ojos
ni nubes de humo negro en el alma

Algunas cicatrices
por aquí y por allá son aceptables

Lo demás es echarse el dolor a la espalda
limpiarse las cenizas
y continuar andando

Oscar Hahn

lunes, 2 de noviembre de 2009

Entierro en el este



























Yo trabajo de noche, rodeado de ciudad,

de pescadores, de alfareros, de difuntos quemados

con azafrán y frutas, envueltos en muselina escarlata:
bajo mi balcón esos muertos terribles
pasan sonando cadenas y flautas de cobre,

estridentes y finas y lúgubres silban

entre el color de las pesadas flores envenenadas
y el grito de los cenicientos danzarines

y el creciente monótono de los tamtam

y el humo de las maderas que arden y huelen.


Porque una vez doblado el camino, junto al turbio río,
sus corazones, detenidos o iniciando un mayor movimiento

rodarán quemados, con la pierna y el pie hechos fuego,
y la trémula ceniza caerá sobre el agua,

flotará como ramo de flores calcinadas

o como extinto fuego dejado por tan poderosos viajeros

que hicieron arder algo sobre las negras aguas,
y devoraron
un aliento desaparecido y un licor extremo.

Pablo Neruda

jueves, 29 de octubre de 2009

Estrella fugaz

Sin el Dios del amor
sin el amor a Dios
así pasan los años

Así pasa volando
la vanagloria
de mi mundo

Mientras tanto el tiempo
ese gran genocida
afila sus guadañas

Y en lo más hondo
de mi corazón
los dioses brillan
por su ausencia


Oscar Hahn

martes, 29 de septiembre de 2009

Así mi corazón







Como un agua

que busca un vaso
para dar de beber

y no lo encuentra


Como un vaso

que busca una boca

a quien dar de beber

y no la encuentra


Así mi corazón

boca y agua

agua y vaso

para dar de beber


y no te encuentra


Oscar Hahn

lunes, 28 de septiembre de 2009

Sábana de arriba














Me instalé cuidadosamente doblado
entre la ropa blanca del closet
Sacaste las sábanas de tu cama
y me pusiste de sábana de arriba

Te deslizaste debajo de las tapas
y te cubrí centímetro a centímetro

Entonces fuimos barridos por el huracán
y caímos jadeando en el ojo de la tormenta

Ahora yaces bañada en transpiración
con la vista perdida en el cielo raso

y la sábana de arriba aún enredada entre las piernas.

Oscar Hahn

jueves, 27 de agosto de 2009

Los días van tan rápidos








Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.

Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.

Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no lo crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá en el fondo.

Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.

Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.


Gonzalo Rojas

lunes, 10 de agosto de 2009

Revisitando un clásico...









Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido :

yo porque tú eras lo que yo más amaba

y tú porque yo era el que te amaba más.

Pero de nosotros dos tú pierdes mas que yo :

porque yo podré amar a otras como te amaba a ti

pero a ti no te amarán como te amaba yo.


Ernesto Cardenal

jueves, 4 de junio de 2009

XXII













Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.

Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angol, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.

Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto

mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

Pablo Neruda

lunes, 11 de mayo de 2009

Despedida









Me despido de mi mano
que pudo mostrar el paso del rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.

Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían los ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.

Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.

Me despido de las Virtudes y de las Gracias del planeta:
Los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.

Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino,
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.

Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas que se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.

Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
-la sal y el agua
de mis días sin objeto -

y me despido de estos poemas:
palabras, palabras -un poco de aire
movido por los labios- palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.


Jorge Teillier

martes, 28 de abril de 2009

El pájaro azul
















Hay un pájaro azul en mi corazón que

quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Charles Bukowski